Para atender bien a los clientes, mantente entrenando y practicando
Atender bien a los clientes, con excelencia profesional, produce mucho desgaste emocional que podemos reponer con sistemas de entrenamiento continuo.
Concentrarse en la gente, para escucharla y ayudarla adecuadamente supone mucha madurez para no distraerse, para no juzgar ni etiquetar a quien se atiende, para no dejarse dominar por los prejuicios y controlar el propio ego.
En otras palabras, la atención al cliente es una actividad de interacción sometida a muchas presiones y fricciones propias de las relaciones humanas.