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La diferencia la hace el trabajo con nivel de arte supremo

La Diferencia La Hace El Trabajo Con Nivel De Arte Supremo

Desde un punto de vista profesional, resulta particularmente interesante y útil pensar en el trabajo con nivel artístico, porque se puede comparar con otros trabajos.

Esta referencia permite diferenciar si tu labor emociona y genera aplausos o no, y si te estás desempeñando o no como un artista.

En otras áreas de trabajo, sin relación directa con el arte o el entretimiento, no se acostubra a definir los objetivos de negocio en términos de «emocionar a los clientes», o «que los clientes nos aplaudan».

La gerencia promedio queda satisfecha cuando el trabajo queda bien hecho, y eso está bien. Pero el «nivel artístico» representa una meta superior que puede inspirar a los individuos y equipos de trabajo a querer trascender con su desempeño.

Brindar atención al cliente como un artista reta lo mejor de nosotros mismos. Es una dimensión del profesionalismo que sólo se alcanza cuando se asume como una decisión personal.

Sin embargo, la perspectiva del arte es aún más amplia y significativa cuando decimos que se trata de «arte supremo».

Es una idea inspirada en la premiada película «La vida es bella», de Roberto Benigni. El personaje principal de la trama, Guido, recibe una lección universal por parte de su tío cuando lo entrenaba para el trabajo:

«Servir es un arte supremo. Dios sirve al hombre pero eso no lo convierte en su sirviente.»

¿Cuántas veces has leído o escuchado que el trabajo de brindar atención a las personas es tan supremo que se parece al trabajo de Dios?

Sin dudas es una manera especial de honrar este trabajo, pero muy pertinente si se toman en cuenta los complejos que pueden haber alrededor del servicio y la atención.

Esta visión dignifica el trabajo de atender y servir, que tantas veces es mal interpretado como adulación.

La palabra «servir» apenas se diferencia en una letra de «servil». Por lo tanto, es fácil que se distorsione el significado de servir y muchas veces se interprete como servilismo.

Pero servir es ayudar, colaborar, apoyar, asistir, asesorar, guiar y dar lo mejor de uno mismo como persona, para que otra persona atienda una necesidad.

Te invito a seguir leyendo sobre la atención al cliente como Arte Supremo.

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This Post Has 3 Comments
  1. Debemos aprender a servir sin actitud de «sirvientes». Esto abarca la buena educación, buen tono de voz y palabras claras para que el mensaje llegue. Todo va de la mano, desde una estructura de oficina fuerte, como un asesor que cuida de sí mismo y de los suyos; atiende a sus clientes externos con calidad y autenticidad.

  2. Estimada Lisbeth, te felicito por el resumen integral que has realizado del artículo. Es la visión que nos provee relacionar el trabajo con el arte. Muchas gracias por escribir.

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