Prejuicios sociales hacia la buena atención y servicio al cliente
Los prejuicios sociales influyen de una u otra manera en las actitudes que asumen las personas que brindan atención y servicio al cliente.
Los prejuicios sociales influyen de una u otra manera en las actitudes que asumen las personas que brindan atención y servicio al cliente.
Tomando en cuenta su amplia experiencia profesional en diversas empresas de servicio, le pedí a mi estimado amigo Alexis Pérez un comentario sobre el libro Arte Supremo y me ha proporcionado esta interesante reflexión que me pareció oportuno compartir con todos ustedes como Epílogo del libro:
“Yo no creo en el buen servicio”
En las empresas existen paradigmas de atención al cliente que pueden tener consecuencias positivas o negativas.
Quienes comprenden mejor los efectos de esos paradigmas, logran identificar más fácilmente cuáles son sus oportunidades para mejorar la atención y el servicio que brindan.
Ya terminé el borrador de mi próximo libro sobre atención y servicio al cliente. El título va a ser "Atender clientes artísticamente. Un negocio sin desperdicio". En cierta medida, el contenido se complementa perfectamente con el del libro que escribí…
La idea de que «trabajas para la gente» se basa en el hecho de que todo lo que se hace en cualquier organización, privada o pública, está orientado a satisfacer necesidades de personas.
Participa en esta jornada de formación profesional en Maracaibo, 27 y 28 de julio del 2011, en TMH Centro de Capacitación.
La atención y el servicio al cliente con excelencia profesional representa un importante reto de formación. Si usted no está debidamente entrenado, las buenas intenciones no son suficientes.
Conocer a los clientes y estar al día sobre sus necesidades y aspiraciones es una de las áreas en dónde las empresas tienen más oportunidades de mejora, de negocio y de rentabilidad.
La práctica constante y sistematizada es lo que le da al desempeño profesional un nivel artístico. Razón por la cual te sugiero que uses el libro Arte Supremo como un plan de entrenamiento para un año.
La calidad de la atención está determinada por tu decisión personal sobre cómo trabajas: Cómo te comportas, cómo procedes, cómo escuchas, cómo miras, cómo hablas, cómo te sientas o cómo caminas, independientemente del servicio.